jueves, 27 de noviembre de 2014

Día 1

Hoy me encuentro en silencio, pensando, recordando aquellos días tan intensos, intentando ver como cambio todo, como lo que ayer era perfecto, hoy solo son recuerdos. Recuerdos que no pienso ni quiero borrar de mi mente pero que al recordarlos, duele. Hoy estoy sentado, tranquilo, respiro ese aire fresco que sacude mi cara en este día de otoño, pero no tengo frió, la vida pasa, las hojas de los arboles se dejan caer como todos los años, es como un reloj exacto que no controla nadie, pero que sigue funcionando a pesar de los años, el sol sale todas las mañanas y a la vez que sale comienza el nuevo día. Estoy cómodo aquí sentado, la soledad me hace reflexionar, evadirme del mundo y mirar atrás, hacia aquellos días en los que todo era bonito, en los que eramos dos extraños queriéndonos conocer y en los que cuando estábamos juntos, unidos, ni siquiera un tsunami era lo suficientemente fuerte para dañarnos. Esos días ya han pasado, quedaron para la eternidad, pero sigo teniendo esperanza en volver a sentir lo que sentí con ella, y aunque ha pasado un tiempo desde que la vi por primera vez, solo la puedo definir con una palabra, bonita. 

Probablemente lo que hoy duele, mañana serán cicatrices y quiero pensar que lo ocurrido en el pasado solo son pruebas que te pone el destino, los mejores guerreros no son los que triunfan siempre, sino los que vuelven sin miedo a la batalla, en el amor como en la guerra, hay que saber levantarse, mirar hacia delante, no tener miedo nunca, porque si realmente lo deseas, vas a lograrlo. Esto sucede en todo, cualquier objetivo que te marques, cualquier meta, cualquier cosa puedes lograrla, porque aunque no seamos perfectos, no somos animales y podemos con todo. Es irónico, nosotros no somos animales, sin embargo, yo siento que los animales también tienen ese instinto protector que tenemos las personas y muchas veces pienso que deberíamos ser como animales, no dejarnos llevar por la cabeza sino hacer caso al corazón, y si nos caemos, tener la suficiente fuerza para levantarnos, es difícil, yo lo se, pero no imposible.



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